Como en otros géneros en el teatro de los años cuarenta
aparece una corriente existencial (debate entre radicales y posibilistas) que
evoluciona hacia el realismo social en lo que duró los años cincuenta.
Antonio
Buero Vallejo y Alfonso Sastre marcan dos mitos históricos en el teatro social
y político de esta época. Movidos por su instinto de rebelión, muestran su
disconformidad con el sistema vigente a través de sus escritos.
En 1949, con el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo, comienza el nuevo drama
español, fundado en la necesidad del compromiso de la realidad inmediata, en la
búsqueda de la verdad y en la renuncia tanto a la evasión lírica como al
tremendismo ideológico. Nace un drama realista que se consolida con la obra Escuadra hacia la muerte (1953) de
Alfonso Sastre. A ellos se unió otro grupo de dramaturgos como Martín Recuerda,
Lauro Olmo o Carlos Muñiz.
Son
dos formas diferentes de entender la protesta: política, en el caso de Sastre;
social, en el de Buero Vallejo.
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